«Al lector se le llenaron de pronto los ojos de lágrimas,
y una voz cariñosa le susurró al oído:
¿Por qué lloras, si todo
en ese libro es de mentira?
Y él respondió
– Lo sé;
pero lo que yo siento es de verdad».
Ángel González. Nada grave.
[El bardo de la Ciudadela recomienda] → Sublime…
Tema: Por una cabeza (Tango)
La Ciudadela del Conde 
Os veo un pelín sensible, señor Conde. Sensible, que no sensiblero….
Un abrazo y millones de ánimos!!
Qué guay.
Te lo pongo aquí. A ver que te parece.
Alexander, the great es una canción de Iron Maiden.
Emilio cada día más críptico y oscuro…
¡Salud la compañía! 🙂
– Maese Erekibeon: Algo de eso había, caballero, algo de eso había… No está mal de vez en cuando. 😉
– Elenita: ¿A que mola? De hecho me acordé de ti precisamente cuando la escuché… ¡Tú eres la lectura! 😀
– Escipión Emiliano: Terminé viéndola, Don Emilio. Y sí, es una demostración más de que todo es mejor con rock (aunque Iron Maiden no sea totalmente mi estilo).
– Don Paolo: Ya ve vuestra merced, muy en su línea… Todo es conocerle y saber por dónde va. 😉
Amos a ver Francisco, voy a dar un punto de vista mucho mas cientifico respecto a la científico y filosófico de la sección esa… Frases para recordar.
Vamos a ver, el tio le dice, si todo lo que el libro dice es mentira, porque lloras? Y la tia le dice: Porque lo que yo siento es de verdad.
Pues la respuesta de la tia no es un enunciado correcto, y alguien le debería decir a Angel GOnzalez que no haga demagógia barata para golpear a las emociones. Porque el enunciado correcto sería. Si, lo se, todo lo que siento PUEDE ser falso. Me explico, para entender este problema hay que saber diferenciar entre emocion y sentimiento. Emocion = activacion fisiológica, sentimiento= interpretación de la activación fisiológica. Por lo tanto, cuando sientes interpretas y cuando se interpreta se PUEDE fallarrrrrrrrrrrrr. CHAN CHAN CHAN… naraniana nanianaaaaaaaa(solo de violin)
Esta reflexion esconde otros muchos temas interesantes como: ¿Podemos acceder a un conocimiento verdadero?, ¿la mediación de nuestro cerebro impide que haya conocimiento verdadero?
Jejejeje, no se si te interesara el tema, pero a mi me resulta apasionante. Y para que veas que yo tb guardo un friki dentro, te paso mis blogs… 🙂 Hace ya tiempo ke no escribo, pero cuadno tenga mas tiempo… volvereeeeeee!
http://drbuenrollo.blogspot.com/
http://inquietopatologico.blogspot.com/
Discrepo.
Cualquier persona cabal entiende que lo que leemos en un libro o vemos representado en una obra de cine o teatro no es real. Existe un «compromiso de falsedad», por decirlo de algún modo. Pero si mis sentimientos son interpretaciones de mis emociones no hay error posible. Son eso: interpretaciones de MIS emociones, no de las de un personaje literario al que sé falso.
Un saludo.
¡Pardiez, me voy a hacer la guerra más allá de mis dominios y a mi regreso me encuentro que andáis zascandileando por mis salones! ¡Si es que no se os puede dejar solos! 😉
Me alegro de verte por aquí, Sir Lion (¡Ah, cuanto tiempo hacía que no escuchaba dicho nombre! Y en qué circunstacias tan diferentes… Remember Sosaria? xD), aunque sea para revolverme el gallinero (todo un clásico en ti, por otra parte). Y cómo no, con interesantes aunque innecesariamente enrevesadas y teóricas propuestas psicológicas (y casi filosóficas). Como bien sabes, mi objetivo al recoger dicha frase no era sino compartir un sentimiento (en el sentido amplio y no técnico del término) que todo gran aficionado a la lectura a buen seguro compartirá. ¡Qué te gusta liarla, macho! 😉 Y me alegro de ver que «friki nunca muere», y que andas «bloggeando». Ahora sólo nos falta completarlo con la prometida cervecita.
Por lo demás, Don Paolo, no se inquite vv.mm.: Que el objetivo del conocido Sir Lion no era sino provocar una reacción del público, y a ojos vista que lo ha conseguido. 😉 Bien explicado y defendido el sentido de lo que queríamos transmitir, me ha gusto el concepto de «compromiso de falsedad». Aún así creo que yo mismo me lo salto, y me fusiono con según qué personajes en una suerte de «alter ego». La lectura en sentido estricto es, pues, sólo la mitad de la experiencia. 🙂