e-Book: La lectura del mañana

Coches que vuelan, comidas en forma de píldora, jetpacks (o mochilas de cohetes), … el siglo XXI parece que no es como nos lo vendieron las películas de ciencia-ficción, ¿eh? 😉 Otro de esos grandes adelantos es el de un pequeño dispositivo con pantalla que se lleve en el bolsillo y que nos permita leerlo todo, desde la prensa del día, hasta el correo electrónico, los apuntes de la clase, notas de trabajo, una manual de usuario, la última novela de moda, un cómic o el más desconocido libro que haya en los fondos de cualquier biblioteca del mundo (los e-Book o libros electrónicos, una muestra en esta misma Ciudadela). Suena prometedor, ¿eh? Bueno, pues ya viene de camino. O casi.

Desde un tiempo a esta parte vienen desarrollándose tecnologías que, con mayor o menor fortuna, aspiran a resolver los diferentes problemas que ofrecería un aparato de estas características, como puede ser: El constante refresco de las pantallas actuales que implica un mayor consumo energético y un considerable cansancio de la vista; los reflejos en la pantalla que incomodan la lectura; la escasa capacidad de almacenamiento o de batería de los dispositivos; etc. A muchas de estas cuestiones viene a responder la novedosa tecnología de la e-Ink (o tinta electrónica), y los dos aparatos más conocidos que la incorporan: El Iliad de i-Rex y el Sony Reader.

Más caro (650€) y tecnológicamente más avanzado el Iliad, y más económico (350€) pero inferior en cuanto a sus características el Sony Reader, ambos dispositivos se comercializan desde hace un tiempo en España y en el resto del mundo, suponiendo una de las primeras realizaciones factibles del viejo sueño de llevar la Biblioteca de Alejandría en nuestro bolsillo. Un atisbo del futuro. Quién sabe si el Gutenberg del mañana. Lo que es cierto es que, a día de hoy, dicen los que lo han probado que la lectura en uno de estos dispositivos es ya prácticamente equiparable a la realizada en un libro de los de toda la vida.

Pero con esto y con todo, ha renacido un viejo debate: ¿Y qué ocurre con los libros? ¿Sustituirán estas, oh, terribles máquinas sin alma al viejo, manoseado, fiel y polvoriento compañero de aventuras, o resistirá éste, ahora y siempre, al invasor? 😉 Personalmente comprendo a quiénes defienden a capa y espada el formato del libro tal y como lo entedemos hoy día, pues tenerlo en la mano es casi una experiencia en sí misma, su tacto, el pasar las páginas, su olor… pero no por ello me cierro al tremendo avance que suponen estas nuevas tecnologías. Las posibilidades que ofrecen son inmensas, no siendo la menor de ellas la hipotética posibilidad de tener Todos Los Libros Del Mundo, así, como concepto virtual.

No sé cómo lo veréis vosotros, pero me gustaría conocer vuestra opinión. Personalmente seguiré leyendo en formato papel toda mi vida (probablemente tendrán que arrancarme un libro de mis frías manos cuando acaben mis días), pero cada vez miro con mayor interés estos «prodigios de la Ciencia».

[ ¿Las bibliotecas del mañana? ]